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Salir a hacer ejercicio es bueno para tu salud auditiva.



Poco a poco vamos recuperando el espacio perdido y las calles empiezan a coger ritmo y color. En este sentido, el hecho de que ya se puede salir a pasear o hacer deporte supone además una buena noticia para tu salud física, tu salud mental y también tu salud auditiva. Sí, tu oído también sale beneficiado por estas salidas: el ejercicio físico previene la pérdida auditiva, como han demostrado diferentes estudios que señalan el sobrepeso como factor de riesgo.


Cuando uno hace deporte, su cuerpo lo agradece: los músculos se tonifican, mejora nuestra capacidad respiratoria y circulatoria, quemamos grasa y ponemos en marcha una terapia antiestrés de gran eficacia. A estos beneficios se le suma otro muy importante: el ejercicio físico cuida nuestra audición.


La afirmación de que hacer deporte previene la pérdida auditiva tiene una sólida base científica. Un buen ejemplo es el estudio Nurses Health Study II (Estudio II sobre la salud de las enfermeras), que muestra datos recopilados durante una década (1999 a 2009 los dato) de casi 70 mil mujeres. Los investigadores analizaron la información relativa al índice de masa corporal, circunferencia de cintura y actividad física. Y los resultados fueron ilustrativos: en las mujeres con un índice de masa corporal de entre 30 y 34, el riesgo relativo de padecer pérdida de audición era un 17% mayor, y si este índice es de 40 o superior, el riesgo era un 25% mayor en comparación con aquellas féminas cuyo índice de masa corporal es menor a 25. Asimismo, en mujeres con una circunferencia de cintura de 80 a 88 centímetros, el riesgo relativo de padecer pérdida de audición era un 11% mayor; si su contorno de cintura era superior a 88 cm, el riesgo ascendía hasta un 27% en comparación con mujeres cuya circunferencia de cintura era inferior a 71 cm.


Otros dos estudios, uno auspiciado por la Universidad de Columbia (Estados Unidos) y otro tutelado por la Universidad de Amberes, señalaron también una relación directa entre la obesidad en adolescentes y pérdida auditiva. En el segundo de estos informes, se añadía otro factor de riesgo directo: el tabaco, cuya incidencia, junto al sobrepeso, causa un endurecimiento arterial que dificulta el flujo sanguíneo hacia el oído.


Lleva tus audífonos en tus salidas.


Cuando salgas de casa a pasear ahora que puedes, no te olvides de tus audífonos, que te permitirán escuchar los sonidos de tu entorno. Pero si sales a hacer algo de ejercicio, también puedes llevarlos puestos. Sólo has de evitar los golpes, los movimientos bruscos y tener en cuenta la humedad derivada del sudor.


Sobre este último tema, el sudor, es importante tener en cuenta la necesidad de extremar el cuidado en la limpieza de tus audífonos cuando vuelvas a casa. Son tres consejos básicos para que deporte y oír bien vayan de la mano:

  • Secar los dispositivos sometidos a una sudoración mayor.

  • Limpiar los restos de sudor, que puede acabar provocando deterioro.

  • Deshumidificar con especial cuidado los audífonos, ya que han aguantado un nivel de humedad corporal y ambiental mayor del habitual.

Dicho esto, disfruta de tus paseos o de tu ejercicio físico. Tu cuerpo, tu mente y tu oído lo van a agradecer. Y mucho.

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